Conoce la diferencia entre tarjeta gráfica integrada y dedicada
Conocer la diferencia entre tarjeta gráfica integrada y dedicada es un aspecto básico si estás en busca de tu próximo notebook, pues este es uno de los componentes que más influye en la experiencia de uso y dota a los computadores de características que son requeridas en escenarios particulares, de acuerdo a necesidades específicas.
Así que no tomes una decisión sin antes haber leído este artículo, para que tengas la información necesaria que te permita elegir el equipo ideal para ti, con la tarjeta de video adecuada a tu perfil de usuario.
Descifrando el mundo de las tarjetas de video: diferencia entre tarjeta gráfica integrada y dedicada
La tarjeta gráfica o GPU es la pieza de hardware que se encarga de procesar todos los elementos visuales de un computador. Cada cuadro que ves en el monitor lo hace posible este componente, del cual existen dos tipos: integrados y dedicados.
GPU integrada: características y beneficios
Esta tarjeta de video se encuentra dentro del procesador, es uno de sus múltiples chips y comparte con él la memoria RAM. Esto la hace tanto diminuta como funcional.
Entre sus puntos positivos están que los equipos que las poseen son de precios regularmente asequibles, dado que vienen incluidas en la CPU (no son un factor independiente). Asimismo, no requieren de tanta energía para su funcionamiento, significando una mayor duración de la batería, tiempos de carga más rápidos y menor probabilidad de sobrecalentamiento del computador.
Aparte de eso, al ser muy pequeña, influye en el diseño de los notebooks, pues pueden ser mucho más ligeros y delgados, aportando de manera positiva a la portabilidad.
GPU dedicada: aspectos y ventajas
Por otro lado, esta es una tarjeta gráfica independiente, que no viene dentro del procesador o de la tarjeta madre, sino que se inserta en ella, contando con sus propios chips y su propia memoria, lo que la hace muy potente y apta para procesamiento de imágenes pesadas.
Todos sus beneficios parten de la gran capacidad que posee para manejar datos visuales. Una GPU dedicada es capaz de mover software pesado y especializado en el apartado gráfico, así como de ocuparse de varias tareas de esta área de forma simultánea. Esto es porque puede manejar complejos cálculos matemáticos.
Pero revisemos los casos específicos en los que te será de gran utilidad e, incluso, hasta necesaria.
Rendimiento y potencia: ¿Cuándo necesitas una tarjeta gráfica dedicada?
Muy bien, ya vimos que tienen mucho poder, pero aquí es donde surge la duda de si realmente requieres una de estas tarjetas de video o no. Para eso, hay que entender en qué tareas es pertinente su uso.
Generalmente, a estos componentes se les relaciona con el mundo de los videojuegos, y efectivamente hacen que los computadores sean capaces de correr títulos a altas resoluciones, con cada detalle bien representado y una fluidez visual que permite disfrutarlos al máximo, por lo que si eres un jugador o jugadora exigente, esta es tu opción.
Sin embargo, no es el único escenario en el cual puedes usar una de estas tarjetas, pues son útiles también para entornos profesionales que impliquen el uso de simuladores, modelado 3D y actividades de renderizado complejo, como el requerido en el diseño industrial.
Igualmente, son idóneas para trabajos de edición, sobre los que vale la pena profundizar.
Diseño gráfico y edición de video: el reinado de las tarjetas dedicadas
Actualmente, hay mucho software creativo para manipular fotos o incluso generar imágenes muy detalladas y de altas resoluciones, así como para realizar animaciones complejas.
Programas como Photoshop, After Effects, Premiere, Maya, 3D Max, Blender, Cinema 4D, entre otros, son los indicados en este tipo de tareas, con la particularidad de que para funcionar necesitan de un hardware poderoso y, obviamente, de una tarjeta de video dedicada.
Este elemento es necesario para manejar complejas texturas, renderizar rápidamente videos largos sin tener limitada la resolución, y eso termina por significar un aumento en la productividad, así como una alta calidad en el resultado final.
Tarjeta Gráfica Nvidia y el mercado actual
Por supuesto, no se puede hablar de GPUs sin mencionar una tarjeta gráfica Nvidia; esta marca domina con casi el 90% de la cuota de mercado en PC. Si te preguntas cuál es el motivo, debes saber que el potencial gráfico que ofrece en su hardware lo complementa con tecnologías que encantan tanto a gamers como a profesionales creativos.
Como ejemplo, integra el Ray Tracing, que mejora la iluminación y le da un gran realismo a las luces y sombras en los entornos virtuales. También presenta el supermuestreo de aprendizaje profundo (DLSS), una avanzada técnica de escalado de imágenes gracias a inteligencia artificial, que además aumenta la tasa de cuadros por segundo. Optimiza el uso creativo profesional con Nvidia Studio, y da la posibilidad de presentar contenido hasta en 8K, entre otras características.
Así que si quieres opciones, una tarjeta gráfica Nvidia te dará lo que necesitas, y puedes constatarlo con las RTX Serie 30 y 40.
¿Qué es mejor, tarjeta gráfica integrada o dedicada? Factores clave para tomar la decisión correcta
Aunque se ha hablado mucho de las tarjetas dedicadas, no todos los usuarios requieren de su gran potencial; al contrario, hay personas a las que les conviene más un equipo con GPU integrado, y estos son los principales factores en los que debes fijarte para determinar cuál es el tipo de tarjeta que realmente necesitas:
Uso del computador
Si quieres un notebook para realizar tareas básicas, como uso multimedia, navegación por Internet o utilización de software de ofimática que no es pesado, lo mejor para ti es una tarjeta integrada. Por otro lado, si tu caso es de los ya expuestos, en donde necesitas de programas creativos especializados, o eres un gamer intermedio o hardcore, la GPU dedicada es lo tuyo.
El presupuesto disponible
Los computadores que tienen tarjetas gráficas integradas son considerablemente más baratos que aquellos con una GPU dedicada, así que si tienes un presupuesto limitado y el uso que le darás no es intensivo, quizá la primera opción sea la más conveniente, aunque si necesitas de gran desempeño gráfico, vale la pena hacer una mayor inversión.
Dinamismo y autonomía
En caso de que necesites un equipo para ir de un lado a otro, y que le dure mucho la batería, el hardware con tarjeta integrada te va a ofrecer lo que requieres. Por ejemplo, el de un ultraliviano para trabajo, pues los equipos que tienen una dedicada suelen ser un poco más pesados y gastar más energía, siendo menos convenientes para un estilo de uso práctico y dinámico.
En conclusión…
Si aún tienes la duda de qué es mejor, tarjeta gráfica integrada o dedicada, la respuesta está en tus necesidades, las actividades para las cuales requieras un computador y tu perfil de usuario. La mejor será aquella que se adapte a ti.
Encuentra la tarjeta de video perfecta para ti
Conociendo la diferencia entre tarjeta gráfica integrada y dedicada, junto con los tips para que determines cuál es la adecuada para tu uso, seguro te será más fácil tomar una decisión, y cuando lo hagas, tendrás a tu equipo ideal esperando por ti en Acer.
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