Cómo mantener una tarjeta gráfica en buen estado
La tarjeta gráfica es uno de los elementos más importantes de todo el computador, en especial cuando se trata del rendimiento del sistema. Por esta razón, sea que necesites un equipo para diseñar o jugar, el cuidado de este componente será fundamental.
Aunque su rendimiento normal por lo general se extiende de 3 a 5 años, darle el mantenimiento adecuado te permitirá disfrutar de un equipo en su máxima capacidad por mucho más tiempo.
En esta guía conocerás los cuidados necesarios para lograrlo y algunos errores que debes evitar.
Qué es una tarjeta gráfica
También conocida como tarjeta de vídeo, se trata de un componente cuya función es procesar y renderizar datos de vídeo e imagen. En ocasiones viene integrada a la placa del computador, pero también puede instalarse de forma independiente (dedicada) para mejorar el rendimiento y capacidad del ordenador.
Gracias a esta transformación de datos en imágenes que hace posible la tarjeta gráfica, puedes ver en tu monitor con mayor fluidez y nitidez los diferentes software que procesas en tu equipo. Desde exigentes programas de trabajo, hasta juegos de alta demanda y tratamiento de grandes volúmenes de datos.
¿Cómo puedes medir la capacidad de una tarjeta gráfica? Deberás fijarte en el rendimiento del chip gráfico. Por ejemplo, los TFLOPs, la memoria y la potencia del reloj en MHz pueden ser los mejores indicadores. Como referencia, la GTX 1650 de NVIDIA que equipa una Nitro 5 de Acer, y en la que puedes correr algunos juegos de alta demanda, ofrece 3.0 TFLOPs, cuenta con una memoria de 4 GB VRAM y una potencia de 1665MHz.
Hasta hace poco tiempo, todo lo mejor en tarjeta gráfica para PC estaba reservado únicamente para equipos de escritorio. Sin embargo, hoy los notebooks equipan tarjetas de vídeo tan poderosas que pueden competir con una consola de videojuegos de última generación.
Mantenimiento de una tarjeta gráfica para PC a nivel de software
Para poder brindarle un mantenimiento adecuado, no necesitas conocer técnicamente qué es una tarjeta gráfica o cuáles son sus partes internas. Basta con realizar algunas tareas de forma periódica y evitar errores comunes que podrían mermar su rendimiento y durabilidad.
1. Actualizar drivers
Las grandes industrias de tarjetas gráficas, como NVIDIA y AMD, les brindan soporte a sus productos precisamente por medio de los drivers. Esto implica mantenerse atento a nuevas actualizaciones en sus plataformas oficiales. Lo mismo ocurre en el caso de Intel y los drivers que debes tener si ocupas uno de sus GPUs.
Como resultado, podrás disfrutar de mejoras y correcciones desarrolladas para optimizar su rendimiento, y tendrás acceso a controladores que solucionarán aspectos que antes eran vulnerables a nivel de software. Además, cada nueva versión viene acompañada con una mejor compatibilidad y estabilidad ante programas que presenten una alta demanda de recursos.
2. Realiza un chequeo de rendimiento
Existen algunas señales con las que puedes identificar de antemano que algo no está funcionando bien o requiere mantenimiento. Por ejemplo, debes prestar mucha atención al ruido del ventilador. Si percibes que está trabajando de forma forzada o hace más ruido de lo normal por tiempo prolongado, será conveniente revisar las condiciones del hardware y evitar mantener el equipo encendido al detectar estos detalles.
Por otra parte, puedes chequear el rendimiento de tu tarjeta gráfica mediante sistemas diseñados para ello, como Furmark. Esta herramienta evalúa la máxima capacidad y consumo de energía que tiene tu tarjeta ante una demanda gráfica muy alta. Además, en este proceso recoge la data de frames por segundos (FPS) procesados, lo que te permite realizar tus comparaciones con respecto a sí misma o a otras referencias del mercado.
3. Evita el Overclock
Una práctica común para explotar al máximo el rendimiento de un equipo y su velocidad de procesamiento gráfico, es realizar overclock. Esto significa que se acelera considerablemente el flujo del reloj y los ventiladores. El riesgo de esta práctica es que el calor incrementa al igual que el consumo de energía y esto puede ocasionar daños irreparables en la tarjeta gráfica y el procesador. De hecho, en el menor de los casos, su vida útil podría acortarse.
No obstante, si dispones de un equipo que cuente con ventilación AeroBlade 3D, como la serie Nitro 5 de Acer, o un notebook Predator podrás acceder a una alternativa confiable para aprovechar al máximo los recursos. Con ello, podrás controlar, regular y monitorear la temperatura de los componentes, así como el flujo de aire de los ventiladores.
Consejos para cuidar tu tarjeta gráfica a nivel de hardware
Además de los cuidados que requiere una tarjeta gráfica para PC a nivel de software, debes prestar mucha atención al componente físico. En este sentido, la mayoría de estos cuidados no requieren de complicadas herramientas o un conocimiento técnico especializado.
1. Temperatura
La temperatura ideal de una GPU según los fabricantes es de 60°C a 70°C en el caso de AMD, y 75°C a 85°C en el caso de NVIDIA. No obstante, mientras usas tu equipo y ocupas juegos o software de alta demanda, estas temperaturas pueden superar fácilmente estos valores. Por ello, en los mejores casos estos componentes integran un disipador de calor pensado para que trabaje sin problemas.
En este sentido, una forma de ayudar a mantener óptimos los niveles de temperatura es ubicando tu equipo siempre en espacios frescos y bien refrigerados. Igualmente, evita que tu computador reciba los rayos directos del sol, o que opere en habitaciones muy calurosas.
2. Limpieza
Sea que tu equipo sea fácil de desmontar o destapar o no, es importante que evalúes si será conveniente hacerlo tú mismo o dejarlo en manos de un técnico con conocimientos. En algunos casos, el desmontaje y limpieza son sencillos:
- Retiras los conectores de la alimentación y los tornillos que sujetan la tarjeta gráfica al chasis.
- Retiras la tarjeta gráfica desde su correspondiente ranura, cuidando de retirar cualquier pestaña de seguridad que la sujete.
- Limpias el polvo con una brocha limpia y suave, o bien con un soplador de aire.
Si se trata de un notebook que no permite un desmontaje sencillo, lo más conveniente es utilizar un soplador de aire comprimido para intentar retirar el polvo desde las rejillas de los ventiladores. Esto debes hacerlo con mucho cuidado, ya que no es conveniente hacer que el ventilador gire a gran velocidad con el equipo apagado,
3. Cambio de pasta térmica
Otra medida de mantenimiento que puede extender la vida útil de tu equipo es el cambio de la pasta térmica. Esta funciona como base de contacto entre el disipador o radiador y la tarjeta gráfica. Sin embargo, tiende a desgastarse con el tiempo. Sin su función de transferencia de calor, puede que la tarjeta sufra con cada vez más frecuencia problemas de recalentamiento.
Esta revisión es recomendable realizarla a partir de los 3 años de uso de la tarjeta. Recuerda siempre que lo recomendable es dejar el cambio de pasta en manos de un técnico, para evitar cometer errores o perder garantías.
Siendo un componente tan importante para el rendimiento de tu PC y tu productividad, es ideal que prestes atención a su capacidad al adquirir un nuevo notebook o PC. Asegúrate de equipar un computador a la medida de tus necesidades y marca en tu calendario espacios para su mantenimiento preventivo.
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