Conoce la diferencia entre USB 2.0 y 3.0

Conoce la diferencia entre USB 2.0 y 3.0

Conocer la diferencia entre USB 2.0 y 3.0 en un mundo donde este formato se consolidó como el conector estrella, te permitirá elegir mejor y prever el comportamiento de los dispositivos externos que busques vincular.

Puede que de principio no consideres esto como un factor relevante, pero te aseguramos que conociendo la diferencia en USB 2.0 y 3.0 sabrás tomar mejores decisiones al momento de adquirir un equipo con este tipo de entradas.

La historia de los puertos USB

La conexión USB (Universal Serial Bus) es probablemente uno de los componentes más populares y rápidos de identificar dentro de equipos tecnológicos. Esto es porque desde el lanzamiento del USB 1.0 en 1996, se logró convencer a las empresas tecnológicas de incorporarlo como puerto de conexión de periféricos.

La versión USB 2.0 estrenada en el 2000, se consolidó gracias a que aumentó la velocidad de transferencia de datos en relación con la anterior y además incorporó alimentación eléctrica para dispositivos electrónicos.

El lanzamiento del puerto USB 3.0 como es de suponer, logró superar la versión anterior en velocidad de transferencia de datos y capacidad de transmisión eléctrica.

Puerto USB 3.0 y 2.0: diferencias

Existen elementos que marcan la diferencia entre USB 2.0 y 3.0 que te detallaremos en la siguiente tabla. Estas distinciones podrían impactar en el desempeño de labores productivas o comportamiento de nuestros periféricos.

Característica

USB 2.0

USB 3.0

Velocidad en transferencia de datos  60 MB/s 600 MB/s
Dirección transferencia de datos Unidireccional; recibe o envía información Bidireccional; puede recibir y enviar a la vez
Capacidad de suministro energético Hasta 500 mA Hasta 900 mA
Puntos de conexión (líneas de cable) 4 9
Color Negro Azul
Tipos A, B, Mini-A, Mini-B, Micro-A, Micro-B A, B, Micro-B
Extensión (sin perder calidad de transferencia) Hasta 5 metros Hasta 3 metros

Lo que deberíamos considerar

Anteriormente no se hizo referencia a los tipos de conexión; son los conectores (entradas), pero que no marcan diferencia en las velocidades de transferencia. En este sentido la variante de conector que todos conocemos es el “A”, pero también estamos familiarizados con la entrada Micro-B (del 2.0) como la conexión para cargar gran parte de los smartphones.

Hoy también vemos como el tipo “C”  se populariza. Su aparición se debe a las actualizaciones del USB 3.0 (en sus versiones 3.1 y 3.2) que permite su uso para entornos productivos que requieren una alta transferencia de datos o vinculación de múltiples periféricos. De hecho, su incorporación es un requisito necesario para equipos de alto desempeño como lo es un notebook ultradelgado.

Afortunadamente los fabricantes nos ayudaron a identificar mejor este tipo de conexiones al otorgarles colores (ya descritos) a las diferentes variantes. Así podremos a simple vista identificar la diferencia en USB 2.0 y 3.0 y sabremos si es el tipo de entrada que necesitamos para nuestros requerimientos.

En síntesis: el objetivo de los puertos USB de ser el puerto de conexión (sin controladores adicionales) entre diferentes aparatos electrónicos lo ha convertido en un componente esencial dentro de la tecnología.

A la fecha ya fue publicada la versión USB 4.0 (o USB4) por lo que este tipo de conexiones nos seguirá acompañando en el futuro próximo y siempre en la senda transformar nuestra experiencia con la tecnología en una mejor experiencia.

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